Enxaneta amunt!
Alguien dijo hace unos años que “los catalanes hacen cosas”. Esto
sería una frase interesante si no fuera porque lo dijo el mismo hombre que ha
levantado hace meses un bloqueo de libertades a este pueblo con un 155, ¡y solo
por hacer cosas!. Hoy quiero hablarte de una de las cosas que hacen los
catalanes que más me gusta. Esta mañana he participado en el levantamiento de
un castell en el centro de Madrid. Aquí nadie sobra. Todos
tienen un papel relevante. En las collas castelleras colaboran familiares, amigos,
aficionados y hasta espontáneos que se unen y participan activamente. El
concepto no puede ser más generoso y solidario.
Y es ahí abajo, desde la pinya, donde se ven todas esas cosas
que hacen. Cada uno se sitúa en el lugar donde más puede aportar. Se trata de un
gran trabajo en equipo. Ahí abajo se siente además un gran sentido de la responsabilidad,
hacer un castell tiene riesgos importantes si fracasa, y no solo para los que
suben, también para los que están en el suelo. El éxito será de todos, pero el
fracaso también. Y los golpes les dolerán a todos. La contribución de cada uno,
por pequeña que sea será importante.
Ahí abajo también se percibe equilibrio, fuerza y perseverancia.
Nadie puede flojear. Pero si lo hace no pasa nada. El castell se iniciará de
nuevo otra vez, y las veces que haga falta. Y ahí abajo también se ven hombros
que tiemblan, y caras de sobreesfuerzo. Y puede parecer por segundos que todo
se va a desmontar. Pero ahí es cuando sale el famoso seny. Hay que aguantar,
hay que mantener la calma. Cada hombro, cada brazo, cada pierna es importante. Entonces suenan las grallas, un sonido que no puede ser más alentador y que anima a los castellers que van subiendo. Ya saben que todo está bien apuntalado.
Todo está listo para que el tronc se pueda formar.
Y desde ahí abajo también se
ve cómo los que suben saben que los que están abajo los protegen. Que no
dejarán que se hagan daño. Y van subiendo sujetando los pies en cualquier
parte, porque cada recoveco donde se puedan apoyar les dará seguridad. Y ahí
abajo, cuando el peso empieza a hacer daño, se ven caras de preocupación, pero
también caras de aguante y fortaleza. Y poco a poco los más jóvenes empiezan a
coronar las partes más vulnerables. Van formando pisos y saben que están seguros.
Son hábiles y ligeros, y sienten esa fuerza y equilibrio que hará lo imposible para
que coronen el castell, hará lo imposible para que estén seguros si caen.
Y desde ahí abajo se ve el momento más tierno. Un momento
único, cuando sube la enxaneta, normalmente una niña menuda, el símbolo del castell.
El símbolo de un esfuerzo compartido para obtener el éxito de todos. Es
absolutamente enternecedor saber que si esa niña cae, será protegida por
decenas de brazos que amortiguarán su golpe. La enxaneta sube, poco a poco, da
igual dónde ponga sus pies, todo vale, es importante que ella no se haga daño. Hay
que protegerla porque ella será pinya o tronc alguna vez. Emociona verla subir tan
segura, aunque con la misma perseverancia y prudencia que los demás a pesar
de ser tan pequeña. Llega, corona el castell y saluda con una sonrisa haciendo la aleta, el símbolo del
triunfo. Está feliz, pero sabe que hay mucho esfuerzo debajo, y sabe que aunque
todo el mundo piense que el castell está cargado y el trabajo ha terminado, no
es así. Sabe que tiene mucha responsabilidad también al bajar. Debe hacerlo con
cuidado. Es absolutamente encantador cómo todo el mundo la cuida. Y entonces se
van desmontando los pisos poco a poco, con mucho cuidado y con el mismo
rigor y responsabilidad, porque el peligro aún existe hasta que todo el
tronc esté en el suelo.
Hoy pasaban dos cosas en Madrid. La maratón, en la que había miles
de corredores que buscaban un éxito y una marca personal, y los castellers de la Colla Castellera de Madrid, que
nos enseñaban a los madrileños qué cosas hacen los catalanes, que nos enseñaban lo importante
que son los éxitos compartidos, lo importante que es el respeto y el trabajo en equipo, lo
importante que es trabajar juntos y compartir esfuerzos para conseguir un triunfo de todos. Sí, señor M.Rajoy, supongo que usted no se refería a estas cosas. Mire
bien, porque debería aprender mucho de ellos. Quizá entendería que Catalunya hoy es
un gran castell y usted quiere evitar a toda costa que la enxaneta salude. Enxaneta amunt!
Partes de un castell
La pinya es la
base y es donde se encuentran los que darán soporte al castell. Los castellers
que forman la pinya lo pueden hacer de: baix (bajo), contrafort (contrafuerte),
primera mà (primera mano), segona mà (segunda mano) (y las demás), lateral,
vent (viento), agulla (aguja), crossa (muleta). Todos ellos además tienen la
doble función de apuntalar el tronc y de hacer de cojín humano para amortiguar una
posible caída. El último cordón de la pinya presiona con los brazos estirados y
vigila el desarrollo del Castell.
El tronc del castell
es la parte visible (y la estructura central oculta que la soporta) y según su
estructura y altura determina su dificultad. Lo forman los baixos (bajos), los
segons (segundos), los terços (tercios), los quarts (cuartos), etc. El número
de personas implicadas determina el grado de dificultad del Castell.
El Pom de dalt es
la parte superior que completa el tronc y tiene siempre la misma composición y está
formada por un piso de dos castellers llamados dosos más el acotxador, normalmente
el más pequeño del Castell. Por último la enxaneta. Cuando ella coloca los dos
pies en la cima y levanta el brazo haciendo la aleta y seconsidera que el
castell se ha cargado.
El folre se sitúa
sobre la pinya y refuerza el tronc para levantarlo un piso más. Normalmente tiene
la misma estructura que la pinya de un castell sin folre. El objetivo es sujetar
los terços y ayudar a los segons en castells más complejos.
Las manilles son
los castellers situados sobre el folre, a nivel de los terços y que ayuden a
sujetar a los quarts para reforzar el tronc. Normalmente están en los castells más
altos.
Un bonito reportaje. Pero yo recalcaria que está colla(grupo de amigos) está creada en Madrid y por , para madrileños. A los que nos gusta la cultura catalana, como la asturiana o andaluza. Hemos querido reflejar una de las características de Madrid. Su apertura y aceptación de todos los pueblos que llegan a esta región tan abierta a las personas . Gracias por el articulo
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