Con gafas no oigo

Clase práctica sobre Telescopios

Yo pensaba que la charla de hoy iba sobre el cielo de invierno porque el sábado iremos de excursión nocturna a ver estrellas y constelaciones. Pues no. Hoy han hablado de Telescopios.

Me he venido un poco abajo con la primera imagen llena de conceptos técnicos. Y es que no consigo quitarme el complejo de impostora. Pero intento adentrarme en el tema y tomo notas para hacerme la enterada el sábado y poder ver como mínimo algún cráter de la luna.

A ver, cosas que hay que tener en cuenta. Refractores, telescopios de espejo y telescopios de lentes. Y parece que los griegos catalogaban las estrellas en 6 grupos según la capacidad que tiene el ojo desnudo de percibirlas. Ojo desnudo, umm... empezamos mal, yo casi siempre lo llevo vestido porque sin gafas ya no veo ni los minutos de cocción en los paquetes de pasta, y así me pasa, como a las madres de antes, que lo de “al dente” era un concepto de las películas.

Pues bien, con el ojo desnudo Venus es uno de los cuerpos celestes que se perciben perfectamente, además de la Luna o el Sol. Y las Pléyades, que también se ven, y aunque son siete, mucha gente aprecia solo una o dos. Resulta que con el ojo en paños menores se pueden ver también Alcor y Mizar, a los pies de la Osa Mayor. Yo creo que los griegos sin móviles ni ordenadores tenían los ojos menos perjudicados. En fin. Que me pongo contenta, algo veré, porque me doy cuenta de que yo solo veo mal de cerca, de lejos no se me escapa una. Primer punto controlado.

Y seguimos con el tamaño de las lentes de los telescopios. Y nos dicen que se miden por segundos de arco. Qué perra con medir las distancias con minutos o años luz. Y le digo a mi hija que eso no acaba de convencerme. Pero vale. Segundos de arcos. Bien. Una vista normal de cualquier persona son 72 segundos de arco… veremos si soy de esas normales o la mía la tengo que medir en centésimas de arco.

Tercer tema importante, cómo encontrar estos cuerpos y cómo llegar a través de coordenadas celestes. Uff aquí veo que la cosa se me va a complicar. Cuando dieron los puntos cardinales en el colegio yo tenía paperas, y además coincidió la misma semana que dieron los números romanos. Ya es mala suerte que las únicas dos cosas que iban a ser importantes en la vida se me quedaran como dos grandes lagunas. Anda que no podía haberme perdido los doscientos Reyes de la Reconquista o los afluentes del Guadalquivir, que por lo menos los podría mirar en Google. Así me pasa, que llevo 48 años perdiendo el norte y la X para mí es solo una incógnita.

No desisto y escucho atenta. Hablan del punto zénit y meridianos. Por lo visto las estrellas salen por el Este y se van hacia el Oeste. Orto (sin hache) es cuando amanece una estrella y ocaso cuando se va. Pero en realidad ellas no se mueven, somos nosotros. Ellas tienen coordenadas fijas. Dios un GPS de estrellas no vendría mal. Y empiezan a hablar de punto Aries, que es como el ecuador celeste, de coordenadas de declinación (y me he acordado de las declinaciones de latín). Pero hay cuerpos celestes que sí se mueven, como la Luna, que dice que es el objeto celeste natural que más se mueve. ¡Lo sabía! Desde luego es un cuerpo celeste hiperactivo. A mí se me escapa siempre, das la vuelta a una rotonda y la pierdes de vista. Si es que no para... 

“Debemos buscar nuestro eje de ascensión recta”. Me ha sonado a cuando me moría en el cole haciendo de santa Teresa de Jesús ascendiendo a los cielos. Y que esta ascensión recta se mide en horas. Ya estamos otra vez midiendo la distancia en horas. Y me pierdo unos centímetros de conversación, digo unos minutos…. Y llega el momento más divertido y escucho a lo lejos “Cuando Arturo pase por mi punto genital”, ¡por dios qué está diciendo este hombre!, ¡Ah no! Que ha dicho punto zenital, ¡qué susto!, entonces me he acordado de una cosa que nunca te he dicho y que casi nadie entiende, que con gafas no oigo.

Veremos el sábado qué soy capaz de divisar allí arriba. La luna se me escapará, como siempre, seguro que pierdo el Norte, me haré un lío cuando me digan que Casiopea está a 10 segundos de arco. Espero que al menos venga Arturo* con sus puntos zenitales y me acompañe hasta el lugar en el que hemos quedado con el grupo. Continuará.

*Arturo es una estrella

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